China exhibe su arsenal militar más avanzado

China ha conmemorado este miércoles el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico con un gran desfile militar en la plaza pekinesa de Tiananmen en el que ha exhibido algunos de sus equipos más modernos, incluyendo drones equipados con inteligencia artificial y misiles hipersónicos de nueva generación. El evento, que se prolongó por alrededor de una hora y media, contó con la presencia del presidente chino, Xi Jinping, acompañado por sus homólogos ruso y norcoreano, Vladímir Putin y Kim Jong-un, lo que ha sido interpretado como una muestra de la proyección de su papel en la seguridad internacional.

Según la televisión estatal CCTV, entre los equipos más destacados se encontraban drones de combate con sistemas de inteligencia artificial capaces de operar junto a cazas tripulados, así como nuevos misiles hipersónicos antibuque como el YJ-20 y el YJ-21. También se presentó el DF-61, considerado el misil intercontinental más avanzado después del DF-41. Además, el desfile sirvió para mostrar el KJ-600, el primer avión chino de alerta temprana diseñado para operar desde portaaviones, y el tanque Type 99B, que cuenta con protección activa contra drones.

Por primera vez, el desfile incluyó nuevas ramas de las Fuerzas Armadas dedicadas a operaciones en el ciberespacio, el espacio y la guerra de la información, lo que refleja la ampliación de los ámbitos estratégicos de las fuerzas chinas en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos y sus aliados.

Durante el acto, el presidente Xi Jinping afirmó que el pueblo chino “realizó una gran contribución para salvar la civilización humana y defender la paz mundial”. En su discurso, advirtió que “la humanidad se enfrenta de nuevo a elecciones: la paz o la guerra, el diálogo o la confrontación”, en un claro mensaje que subraya la narrativa de Pekín sobre la “victoria contra el fascismo” y su rol como defensor de la paz mundial.

Saludo inesperado entre las dos Coreas

El líder norcoreano Kim Jong-un y el jefe de la delegación surcoreana, Woo Won-shik, protagonizaron este miércoles un inesperado apretón de manos en Pekín, antes del desfile militar. Este gesto de cortesía llama la atención, ya que se produce después de que Pionyang haya calificado a Seúl de “Estado hostil” y haya rechazado abiertamente los gestos de conciliación de la nueva administración surcoreana de Lee Jae-myung.

Además de este encuentro, el representante surcoreano, Woo Won-shik, mantuvo una reunión con el presidente ruso Vladímir Putin, quien mostró un “especial interés por las relaciones intercoreanas“. Durante la conversación, Putin preguntó a Woo qué mensaje desearía que se transmitiera a Kim en un posible encuentro entre ellos. El funcionario surcoreano aprovechó para expresar su deseo de que “las dos Coreas puedan abrir una era de paz y prosperidad” y que “afianzar la paz en la península es hoy de vital importancia”.

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