Estados Unidos ha expulsado a más de 145,000 migrantes que llegaron a la frontera con México en los últimos tres meses, un aumento de deportaciones que se produce a raíz de las nuevas reglas de inmigración implementadas por la administración de Biden, lo que indica una postura firme sobre los cruces fronterizos irregulares.
El 12 de mayo, la ley de salud conocida como Título 42 fue derogada por la administración del presidente Joe Biden, lo que permitió cerrar las fronteras del país a casi todos los inmigrantes que llegaron sin la documentación necesaria.
Después de eso, implementó nuevas reglas que, según activistas de derechos humanos, restringen la disponibilidad de asilo. Por ejemplo, obligan a los migrantes a procesar sus solicitudes de cita en los países de tránsito o a través de una aplicación de teléfono móvil llamada CBP One.
El oficial de comunicaciones del DHS, Luis Miranda, enfatizó el compromiso continuo de mantener la integridad del sistema de inmigración.
Se destacó que Estados Unidos está decidido a mantener las consecuencias para aquellos que no tengan los motivos legales adecuados para quedarse.
Los cambios recientes en las reglas han hecho que sea más difícil para los migrantes que cruzan la frontera desde México por tierra solicitar asilo en los Estados Unidos. Hoy, para completar este proceso, debe usar una aplicación móvil para hacer una solicitud de cita o proporcionar una prueba de que anteriormente se le negó la protección en un tercer país.
El número de migrantes detenidos al intentar cruzar la frontera sur ha aumentado significativamente a pesar de las restricciones vigentes, según el DHS. La afluencia de familias, especialmente de países como Guatemala, es una de las razones por las que esto ha aumentado.
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