Jim Marchant, un empresario y ex asambleísta estatal que perdió una candidatura al Congreso en 2020, se encuentra entre los candidatos más conocidos que buscan la nominación republicana para convertirse en secretario de estado de Nevada. Y junto con el exjuez de distrito Richard Scotti, obtuvo el respaldo del Partido Republicano de Nevada, lo que impulsó sus perspectivas en las primarias.
El desarrollador de bienes raíces y exsenador estatal Jesse Haw es el contendiente mejor financiado en el campo republicano después de invertir su propio dinero en la carrera.
En su campaña, Marchant se comprometió a revisar lo que llama el “sistema electoral fraudulento” en Nevada. Ha dicho que no habría certificado la victoria de más de 33.500 votos del presidente Joe Biden si hubiera sido secretario de Estado en 2020.
Ha hablado públicamente de una “cábala de estado profundo” que, según él, ha instalado incorrectamente a los candidatos en el cargo durante años. Y hace casi dos años, presentó una demanda sin éxito para obtener una nueva votación después de perder por aproximadamente 16.000 votos ante el representante demócrata Steve Horsford en el 4º distrito del Congreso del estado.
Marchant también ha organizado una coalición de los llamados candidatos “Estados Unidos Primero Conservador Constitucional”. Sus objetivos incluyen terminar con la mayoría de las votaciones por correo, expandir la identificación de votantes y promover la limpieza “agresiva” de las listas de votantes.
Y, más recientemente, Marchant ha presionado a los gobiernos locales para que abandonen el uso de máquinas para emitir y contar votos. Quiere volver a contar las boletas a mano, una medida que, según los expertos, provocará errores y caos en futuras elecciones.
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